Sinestesias

Habría andado por montones de bosques… pero sin embargo cayó… Tropezó y decidió no levantarse…costaba muchísimo erguirse…sobre todo después de lo feo del barro en sus vestidos…
Se había pasado la tarde cazando mariposas… feliz pk no había juntado ninguna...como esas ironías que se le sueltan a uno de vez en cuando de regreso a casa… Pero tropezó y eso la hizo menester de cariños que no estaban… como el infortunio del destino. Muchacha entrometida ¿para qué se hace pasar por la reina del bosque?
Y susurra pensando a través del claustro, mirando hacia la ventana que la conecta con el mundo ahora. La meticulosa audacia para planearlo todo, esta vez, no le servirá, ni siquiera para escaparse en vida de las paredes que le agobian, que le sollocen el alma despellejándosela a migajas. Y se consume de apoco… lenta y suavemente… mientras la poca cordura, la que tenía antes de la fatiga del tropiezo, se le apaga dulce y tiernamente. Se le hace notar a través de sus enamorados ojos…allá, que se nutren de lo perdido, como mirando sinestesias, cruzando auroras fúnebres que no le sacan sino de su letargo… disipando la azuleja gota de lluvia en el cristal que refleja su pelo negro… Entre amarillos y grises…se destapan aquellos sus ojos serenos, que irradian el tormento de su alma, y debajo de ellos, casi escondiéndose, palidecen sus mejillas, con un blanco color escarcha… Se le reseca la boca de la manera que lo hacen las arenas, y le brota un tono color morado, y el ambiente hace que se partan sus pequeños labios, ríos de sangre que corren por esos bordes de sal. Lloraría si encontrara motivos. Ni siquiera se siente sola, su soledad es la más cercana compañía.
Y enmudece…gritando hacia sus adentros...solo esperando morir para confirmar su creer conocer la libertad.

Pureza fuerte.

Me quedé maravillado…ante una presencia incólume, y allí estaban sus ojos anunciando una figura inimaginable…pero de aquellas que no creemos encontrar en la propia vida.
Seré menos persona si llegara a acercarse. Nunca pensé conversar con semejante paisaje. Perplejo, medité. Me di cuenta de que, habían sido pocas, casi ninguna, las veces que una mirada como esa, me inspiró tanta sinceridad.

Los sin cerebro.

Le recomendé: “Dejá de pensar tanto...te hace mal...a mí se me salió la cabeza por la oreja antes de ayer… De tanto escucharte” (Por debajo casi instantáneamente).
Será por eso que creo que las cosas se ven de otros hartos colores… ¿será?
Sin poder dormir uno piensa que extraña tantas cosas…como el poder enviciarte con muchísimo, muchísimo baile y desfile de copas de helado.
Hay que aprovechar cuando las neuronas se ponen de acuerdo. Esa es mi opinión.
Me recriminaba: “Que me mandaste un beso....pero yo prefiero los besos que se dan...los personales”. Y yo le decía: “Dejá que las cosas pasen como ellas mismas quieran pasar”. Y siguió de esta forma: “Te estoy vigilando sigilosamente no desesperes que observaré cuando me quieras sentir muy cerca…algo más que sólo curiosidad de mi”.
¿Me entendés ahora? Siento que el corazón a veces debe descansar.
El griterío no se como empezó, pero sin embargo yo conservé, como siempre, mi postura pasiva. Aunque la verdad me inquietaban sus comentarios. A ella siento que de vez en cuando le enervaban los míos también, digo ¿no? Pk sino no hay otra forma de haber escuchado tantos comentarios contra mi persona como los que me escupió aquel día, me dijo de todo menos un “te quiero” con amor. Considero que fui bastante caballero aunque también hubiese deseado tirarle con la billetera…pero tuve miedo de que me robara la plata. Nunca me hice problema... menos ahora. Total… se que todo se va a arreglar.
Nunca pudo pronunciar bien las erres. Por eso, entre tanta publicidad que generábamos de nosotros mismos para con el barrio, que escuchaba casi todo, de no ser por las paredes y el techo, me daba gracia su forma de dirigirse en forma verbal. Y a pesar de todo siempre fui de adorar su carita de ángel. Que la tenía y era orgullosa de saberlo.
Pero qué parada de carro que me dio ese día. La verdad que estaba inaguantable… ella siempre tan expositiva…recordaba todo lo que nos pasó siempre, eso es bueno, creo que por lo menos para mi significa algo.
“Pensaba, te juro que de verdad pensaba que lo tuyo era curable”.
Pensamos en realidad que ya nos habíamos olvidado de lo que era el amor.
Se puso intolerablemente chinchuda. Me recomendó que me tirara por el hueco del ascensor…sin premeditarlo obviamente que no accedí, ¡eso ni pensarlo!, no soy de los que comenten locuras ajenas, que se tire ella, o mejor aún que me tire ella a mi, yo no voy a cumplir su propia voluntad. En fin, como ciclotímica de muchos años de antigüedad, se debe haber comprado el carné de socio vitalicio en el menú de las psicodélicas. Y yo que no suelo llenar mi cabeza de pensamientos bobos…pk nunca fui de exagerar mis problemas… ¡Pero que se le turbe la vista a esa mujer! ¡A mi no me cerraron nunca las cosas como ella las planteó…!
Y ahora que cargo con un dolor de estomago terrible…Desearía hacerme un té de esos que me hacía con las hierbas del fondo de casa que cultivaba papá…esos sí que eran purgantes…Ahora existen tantas porquerías…como las pastillas que le envenenan el alma a uno…que encima se considera su propio medico de cabecera y se auto medica…y termina después peor que antes…
Bueno estábamos en el dolor de estomago…si, bueno me dolía la panza, a grandes rasgos más o menos describo el dolor: es como si algo me consumiera, como si no me pudiera mover, estaba todo hinchado como entre lleno pero a la vez vació, que raro no?, además sentía que las vísceras me iban a explotar, sentía que me ahorcaba la cintura del pantalón, como si fuera a estallarme algo adentro…Y para sumarle a todo el remordimiento de la situación, que francamente no era nada agradable ya que considero que es terrible el dolor de estomago, bueno a nadie le gusta que le duelan las partes del cuerpo o sentirse de alguna manera raro…salvo que tenga algún problema con los gustos y deseos y que le guste el sadomasoquismo, de verdad existe gente así….bueno otra vez me fui…ah si lo que quería contarles es que…AH! Para sumarle gravedad a la situación es que me moría de hambre, estaba más necesitado de comer que el famoso “Chavo del ocho”, pero algo me decía, en el interior del estomago justo donde comienzan los primeros abdominales: ¡no comas… estás lleno! Yo no lo podía creer lleno de qué, seguramente lleno de aire, no podía entender que no pudiera comer pk mi estomago no me lo permitía…uy! Además con lo goloso que suelo ser…! Nada frena a alguien que come aunque le apaguen las luces…nadie o nada detiene a un barril sin fondo, será pk mi vieja siempre me dice que me parezco a mi abuelo…bue! la cuestión es que él, es decir mi abuelo, era igual que yo, o sea, yo soy igual que él mejor dicho. ¿No se si me entendés?
La cuestión es que no se como me curé del atado en el vientre que tuve. No te imaginás en el estado de poca persona que me sentí.
Nunca faltará la oportunidad en que lo recuerde con lujos de detalles, nadie se olvida de las experiencias no gratas. Al menos no en la menor medida.

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Ellos y nosotros... Enamorados de la vida... Pero como todo amor lleva a la locura... Locos enamorados entonces, para así ser felices jugando en una bohemia imparable... Y así, viviendo, aprehender la vida misma Buena suerte revivir recuerdos del nacer ayer en un encuentro que ahora es cercano...

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